Llevamos unos días esperando en Almería a que cambie el viento que actualmente sopla del Oeste. Nos espera una travesía de unas 150 millas hasta la Bahía de Algeciras y queremos hacerlo en las mejores condiciones posibles.
Finalmente, la previsión anuncia un cambio de viento para el día 19, hacia el final del día. Tendremos viento del este que nos vendrá por la popa. Además, el mar irá calmando poco a poco. Ya tenemos fecha de salida! Pero la cosa no termina aquí.
Idealmente deberíamos salir por la noche, cuando el viento ya haya cambiado. Pero como nos acercamos al estrecho de Gibraltar, las mareas crean corrientes muy fuertes y es importante llegar a La Línea de la Concepción con las corrientes a favor.
Esta situación se da hasta 3 horas antes de la marea alta en Gibraltar, que el día 20 será hacia las 4 de la tarde. Por lo tanto, tenemos que llegar antes de la 1 de la tarde y si puede ser, mejor antes del mediodía.
Para conseguirlo, tenemos que salir de Almería antes de las 3 de la tarde. Esto quiere decir que durante la primera parte de la travesía, tendremos el viento y el mar de proa, pero que poco a poco irá calmando. Que le vamos a hacer. No se puede tener todo.
Largamos amarras unos minutos después de las 3 de la tarde. Izamos la vela mayor con 2 rizos, en previsión del viento que nos espera y desplegamos el génova. Ponemos rumbo 200 º para salir de la Bahía de Almería y navegamos muy cómodamente. De momento, la bahía nos protege de las olas del oeste que esperamos tener.
Después de 9 millas, una vez fuera de la Bahía de Almería, ponemos rumbo directo hacia Punta Europa, que se encuentra a 140 millas de distancia. A partir de aquí, las condiciones ya son las que esperábamos. El viento fuerte y las olas de hasta 2 metros, nos llegan justo por la proa. Tenemos que recoger el génova y navegar con la ayuda del motor. La navegación se hace muy incómoda y el catamarán se mueve mucho.
Para distraer a los niños, hemos puesto una película de vídeo. La verdad es que con lo que se llega a mover todo, no se como pueden verla. Pero ellos parecen inmunes al mareo y se quedan concentrados en la película.
Finalmente se acaban durmiendo. Natalia se despertará más tarde para cenar, pero a Arnau lo ponemos en la cama y duerme toda la noche seguida.
Nosotros seguimos haciendo guardias. Esta es una zona en la que hay que extremar la vigilancia. A menudo cruzan pateras desde Marruecos, que son difíciles de ver y no se detectan en el radar. Menos mal que durante la noche vamos a tener luna llena.
El viento va calmando poco a poco a medida que oscurece, pero las olas son cada vez más altas. En algunos momentos, tenemos que variar nuestro rumbo 20 º a babor o a estribor, para no tomar las olas totalmente por la proa. Cuando esto ocurre y las olas son altas, chocan contra la parte inferior del casco del catamarán. El ruido es impresionante, tiembla todo el barco y perdemos velocidad con cada ola. En cambio, sólo que las olas lleguen un poco por babor o por estribor, no entran directamente debajo del casco y la navegación es mucho mejor.
Esta situación se mantiene durante 100 millas, hasta que finalmente, cuando ya empieza a amanecer, el mar se calma y nos llega el viento que esperábamos por la aleta de estribor.
Empezamos a ver muchos barcos mercantes que se dirigen hacia el estrecho de Gibraltar. En algunos momentos, parece una autopista de 2 carriles. En un sentido los que se dirigen a cruzarlo y en el otro, los que acaban de pasar. Encontramos también varios barcos parados en medio del mar, que suponemos que están esperando saber su destino.
Las comunicaciones entre barcos por el canal 16 y con Tarifa tráfico por el canal 10 son constantes. Barcos que avanzan a otros y algunos que se cruzan y se pondrán de acuerdo en la banda por la que va a pasar cada uno. Incluso escuchamos por el canal 16 algunos insultos entre barcos que no se ponen de acuerdo.
Estamos ya a pocas millas de Punta Europa y todavía no vemos Gibraltar. Hay una ligera niebla que limita la visibilidad. Cada vez notamos más la corriente favorable que tenemos. Hacemos puntas de velocidad de hasta 9 nudos, con el poco viento que tenemos.
Es impresionante ver las corrientes en el mar. Son como ríos con el mar movido, que se mueven en medio de un mar totalmente plano. La primera vez que atravesamos una corriente, lo hacemos con aprensión. Pero después, las buscamos para aprovechar la velocidad extra que nos dan.
Finalmente pasamos por delante del faro de Punta Europa, aun con niebla. Desde el faro emiten señales sonoras, suponemos que por la niebla, que crean un ambiente fantasmagórico.
Cuando entramos en la Bahía de Algeciras, vemos que está llena de barcos fondeados. Los vamos esquivando y a las 12 del mediodía, llegamos al puerto de Alcaidesa, en la Línea de la Concepción.
Han sido 150 millas, que hemos tardado 21 horas en navegar. Es una buena media a pesar del mar que hemos encontrado, sobre todo gracias a las corrientes favorables que hemos tenido al final de la travesía.
Estaremos algunos días en La Línea esperando una buena meteo para cruzar el estrecho y abandonar el mediterráneo. Pero eso ya será otra historia. Hasta pronto!