Ya estamos en Rodney Bay, en Saint Lucia.
Esta noche hemos vivido una sucesión de chubascos y rachas de viento. Cada hora, por la radio VHF, el servicio de Salvamento Marítimo anunciaba vientos de fuerza 7 y olas de hasta 6 metros en el canal que separa Martinica y Saint Lucia.
Pero nosotros, por seguir la tradición, con la lluvia, el viento y las olas, hemos preparado pan con tomate y jamón para desayunar. Queríamos acabar la travesía tal y como la empezamos. Movidos, mojados y bien alimentados.
A la llegada, nos esperaban con una cesta de fruta y un rum punch, tal y como estaba previsto. El orden de bajada ha sido, en primer lugar Blas, después Josep Rodes, después Josep Galera y finalmente yo.
Ahora tenemos mucho trabajo. Tenemos que pasar por inmigración, por las oficinas de la marina, por las oficinas del ARC, ver si nos podemos conectar a la electricidad, cómo obtener agua y algunas cosas más. Mucho trabajo. Después de tantos días de paz y tranquilidad, estamos un poco estresados.
Cogemos un avión para Barcelona el próximo viernes. Desde casa ya os escribiremos con más calma.
Gracias por seguirnos todos estos días.
Hasta pronto